El amor de un fantasma por un fantasma

Creo que el problema es de cierta manera simple. T.S. Eliot habló una vez (en sus cartas) de su amor, al final de su vida, no por la propia Emily Hale, sino por su recuerdo de haber estado enamorado de Emily Hale allá por 1914, como "el amor de un fantasma por un fantasma".

Me encontré con esta gráfica en un artículo sobre los números de los shows en Netflix y me sorprendió que uno de los YouTubers más vistos tiene un 30% más de horas vistas que el programa más visto en Netflix.

Lo más increíble es que los videos de Mr. Beast son en promedio de 16 minutos mientras que cada capítulo de The Night Agent son de 45. Eso significa que se necesitan 3 views de un video de Mr. Beast por cada capítulo de la serie, y aún así, lo supera.

Según el último informe de Cine en Cifras de Proimágenes Colombia, el 2023 fue el año donde más películas colombianas se estrenaron en salas de cine. El número fueron 71 películas al cierre del año pero solo representó el 0.8% de todos los espectadores contra el total de asistencia en el año. Eso claramente significa que más películas colombianas no equivale a mayor espectadores en las salas de cine. Y estos números no están sesgados por la salida de El Paseo 7 la cual no cuenta en esa estadística (todavía).

Claramente el problema no es la financiación y la producción de las películas. ¡Estrenamos 71 películas! Y la gran mayoría de ellas no cuentan con los recursos del Fondo para el Desarrollo Cinematográfico en las categoría de Producción. Si la financiación y la producción no son el problema, entonces tiene que ser la distribución.

Este año quedamos seleccionados en la etapa de pitch final con uno de nuestros proyectos en desarrollo para la categoría de Producción. Durante el pitch virtual, uno de los jurados nos preguntó que cómo resolveríamos este problema de que la película no sea simplemente una película de festivales pero que “nadie la vería”. Ese “nadie la vería” tiene un apellido llamado “en salas de cine.” Eso es un sesgo muy grande porque lo único que todavía parece importarnos como métrica son los espectadores en la sala de cine. Y tenemos que preguntarnos, ¿qué tal si la sala de cine no es la métrica principal?

Es por eso que me parece anticuado seguir hablando de la cantidad de espectadores en una sala de cine. El cine colombiano tiene que comenzar a estar donde las audiencias están. El presente ya es estar en contacto con las audiencias directamente, especialmente para el cine independiente colombiano.

Esto me hace querer experimentar con poner una de mis películas en YouTube y comenzar a tener una relación directa de esa manera, y dejar atrás las conexiones tradicionales de Festivales -> Agentes de Ventas -> Canales & Plataformas. ¿Qué pasaría si el cine independiente es directo? Si podemos monetizar ese contacto directo, ¿cuáles serían las nuevas posibilidades?

Nuestro problema actual del cine independiente es que estamos persiguiendo a un fantasma, o más bien, nuestro amor de un fantasma. Estamos persiguiendo los 70s, los 90s, ese modelo de negocio y el glamour del cine de esos años el cual el cine colombiano nunca ha tenido. En este momento estamos en nuestro momento más fructífero pero llegamos (muy) tarde a la fiesta. Estamos intentando ser Gatsby.

No solamente nosotros, pero creo que somos influenciados fuertemente por el establishment de Hollywood y Europa de seguir jugando algo que ya no está sucediendo. Las personas en los niveles más altos, los que hacen parte de las instituciones de financiación y los directores de los festivales más prestigiosos, están totalmente fuera de contacto con la cultura actual, la cultura online, y con la vanguardia de donde se desarrolla la cultura y lo que la gente piensa que es vanguardista e interesante.

Mi opinión es que es necesario comenzar a analizar detenidamente quién hace el cine: quién elige las películas que son otorgados los estímulos y quién las hace. La antigua forma de hacer cine no está sirviendo a la industria. Muchas películas que se están haciendo hoy en día están presentando algún punto político aburrido que hubiera podido ser mejor expresado a través de un tweet o un reel, o la película siente una nostalgia por algo que el público no se siente nostálgico.

Por más inmediatos y relevantes que sean X, TikTok, Instagram y YouTube, el cine, sin embargo, tiene una gran ventaja sobre todas estas plataformas y es que puede ser profundo, conmovedor y transportador de una manera que esos otros simplemente no pueden serlo.

La gente no ha perdido las ganas de emocionarse, de reírse, de asustarse, de dejarse transportar. Todo en TikTok, Instagram, X, es increíble pero tiene una superficialidad. Simplemente solo puede llegar hasta cierto punto.

Esta es una ventaja para el cine que no lo pueden superar y que nosotros los que hacemos parte de esta industria deberíamos presionar para recuperar. No se trata solamente de expresar y enviar una carta en conjunto a los gobiernos para obligar a las plataformas de streaming a generar contenido local, las nuevas películas deben ser conmovedoras, deben ser hilarantes, deben ser cinematográficas.

Tomando Everything Everywhere All at Once, Aftersun y Passages de ejemplo, las películas deben ser sobre el ahora, deben ser la vanguardia, deben hablar con la voz de hoy y deben ser elegidas y elaboradas por personas que comprendan la voz de hoy.

Si analizamos detenidamente nuestro proceso, esto puede ser solo el comienzo de algo nuevo y sorprendente. Pero ciertamente debe ser nuevo. Nunca podremos, en nada, tener lo que una vez tuvimos y amamos de la misma manera. Ese es el amor de un fantasma por un fantasma.

Es hora de construir de nuevo.