El objetivo de hacer una película de micro presupuesto

El objetivo de hacer una película de micro presupuesto

Como dije en una entrevista en un podcast hace poco, el cine colombiano necesita dejar el esnobismo a un lado y crear todo el abanico de géneros y tipos de producciones para poder considerarse una industria saludable. Pero mientras el FDC y la gran mayoría de eventos de industria colombiana siguen potenciando el mismo tipo de proyectos una y otra vez, la responsabilidad recae sobre nosotros, les cineastas. Y donde mejor que empezar haciendo películas de micro presupuesto. Así empecé yo.

El micro presupuesto te impone limitaciones, y para la gran mayoría de cineastas las consideran “restrictivas”, pero las limitaciones que vos elegís para vos mismo son “decisiones creativas”. Les cineastas establecen sus propias reglas todo el tiempo. Sin importar el presupuesto, les directorxs se obligan a trabajar bajo límites estrictos. A eso se le llama diseño.

El diseño determina qué óptica se debe usar, si la cámara se mueve o no, o si se utiliza luz artificial o natural. Tal vez cada plano debe estar compuesto simétricamente, tal vez cada ángulo debe representar el punto de vista de un personaje, tal vez toda la película se filma con un solo lente gran angular o en blanco y negro. Estas son restricciones autoimpuestas. Incluso si pudieras hacer lo que quisieras, eso no significa que debas hacerlo.

El objetivo del cine de micro-presupuesto no es producir imitaciones baratas de películas de gran presupuesto, como si fueran joyas falsas o réplicas. No se trata de una versión triste y desdichada del “cine de verdad”. El objetivo no es falsificar lo que el dinero puede comprar. El objetivo es crear algo que el dinero no puede comprar. Diseñamos y construimos experiencias cinematográficas arriesgadas que los grandes presupuestos no pueden lograr.

Los grandes estudios, por sus mandatos comerciales, no pueden permitirse hacer películas de micro-presupuesto. Nosotros sí podemos permitirnos contar historias originales de formas cinematográficas únicas, formas que las grandes producciones evitan por defecto. Pero la integridad es esencial. La integridad puede definirse como actuar en coherencia con la totalidad. Es lo opuesto a la pretensión. Tener sentido de proporción, conocer la escala real, te evitará caer sin querer en la ilusión de ser algo que no eres. Trabajar de una forma no convencional puede ser muy eficiente y productivo siempre que no sufras de ilusiones.

Las decisiones creativas deben alinearse con la realidad, no con nuestras suposiciones sesgadas sobre cómo queremos que sean las cosas. Esta actitud de absoluta practicidad es el rayo láser que atraviesa el artificio y la pretensión. Tenemos que dejar atrás el glamour falso que nos han vendido. Tenemos que hacer películas, no intentar ser famosos.

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