Los cinco errores que cometen les directorxs en su primera película
Dirigir tu primera película es una hazaña emocionante y desafiante. Es sin duda una oportunidad para comunicar tu voz creativa, empezar a construir tu carrera y, al mismo tiempo, vas a enfrentar una serie de obstáculos inesperados. Aunque no hay una fórmula mágica para el éxito al dirigir una película, es muy bueno conocer y evitar muchos de los errores más comunes y así controlar al menos lo que puedes controlar al hacer una película.
Uno de los errores más comunes que he visto y que yo mismo a veces he sufrido es el no tener una visión clara y bien definida para el proyecto. Les cineastas primerizos a veces se sienten abrumadxs por las múltiples facetas del proceso de producción y pueden terminar comprometiendo su visión original en favor de soluciones rápidas o cambios improvisados.
Para combatir esto, es muy importante que antes de que empiece la producción, debes dedicar el tiempo a desarrollar una visión clara para la película. Esto incluye una comprensión profunda de la historia, los personajes, el tono y el estilo visual. Al tener esto claro, debes comunicar esta visión claramente a tu equipo y asegurarte de que todxs estén alineados con ella.
Otro error que veo mucho, y no solamente en producciones primerizas sino también en producciones grandes, es subestimar la importancia de la pre-producción. Les cineastas subestiman la pre-producción y se tiran a la filmación sin un plan. Esto sin duda lleva a problemas logísticos, a caos en el set y aumentos en el presupuesto. Por lo tanto, debes dedicarle tiempo a planificar cada aspecto del rodaje, desde la selección de las locaciones y el casting hasta la creación de un plan de rodaje detallado. Una preparación exhaustiva te va a ayudar a prevenir sorpresas desagradables durante el rodaje.
Con eso dicho, les cineastas primerizos sufren con el tiempo y el presupuesto ya que no saben como gestionarlo eficazmente ya que es un desafío significativo. Los sobre-costos y los retrasos pueden resultar de una planificación inadecuada o de la falta de experiencia en la administración de estos dos recursos. Es por esto que es necesario establecer un presupuesto muy realista y asegurarte de tener un plan de contingencia en caso de imprevistos.
Un error del que sufro bastante y que he intentado superar es el de no delegar adecuadamente. Les cineastas a menudo tienden a intentar controlar todos los aspectos de la producción, lo que puede llevar al burnout y a la falta de enfoque en los aspectos creativos más importantes. El único consejo que hay es aprender a delegar las responsabilidades a los miembros del equipo. Tienes que confiar en sus habilidades y en su experiencia para gestionar sus respectivas áreas. Delegar no solamente te va a permitir concentrate en la dirección y en los actores, sino que también va a fomentar un ambiente colaboración y profesionalismo en el set.
El error que nunca he cometido gracias a mi background en New York trabajando en una casa de post, es ignorar la importancia de la post-producción. Muchos cineastas primerizos subestiman la post o la tratan como una etapa secundaria, pero la edición, el sonido y hasta los efectos visuales son cruciales para darle forma final a la película. Hay que tratar la post con la misma o hasta más seriedad que el rodaje. Hay que dedicarle tiempo y recursos a la edición y al diseño de sonido. Una de mis etapas favoritas es cuando llegamos a la instancias finales del diseño de sonido como la mezcla porque el sonido es otro mundo donde puedes crear todavía capas nuevas a la película.
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