Mayo 21 de 2022
Esta ha sido mi foto favorita que tomé de lo que llamé Mini-Labs. Fueron 3 días donde Ana, David, Juliana y yo junto a Alejandro que nos ayudó a mantener un norte en esas conversaciones para poder definir cosas, creamos la gran parte de Sábado Oscuro.
Lo llamé Mini-Lab pero realmente fue un writer’s room porque lo que hicimos fue definir a los personajes, quienes son, cómo se llaman, cómo se conocieron, por qué se aman y por qué ahora están teniendo las dificultades que tienen. Sin duda han sido 3 días que dejaron una impresión en mi. Parecía una especie de terapia colectiva donde pusimos sobre mi la mesa todas nuestras experiencias y pudimos tomar muchas de ellas e introducirlas hacia los personajes y la historia.
Va a ser muy chistoso para mi en el futuro decirle a la gente que esto no es una autobiografía mía o de algo que me sucedió, sino que es una auto-ficción de estas 4 personas.
Hoy supe que la película tiene un gran potencial de resonar con la gente que la vea, porque desde que le hice un pitch bastante básico a Lina la cual dijo que era una gran idea y que ya la quería ver, siento que muchos de nosotros hemos pasado por situaciones similares.
Adicionalmente, hoy me di cuenta que la película, muy como mi otra peli Tiempo Presente, no tengo mucho lugar donde esconderme con elementos fancy cinematográficos. No es un thriller o una película policíaca donde me puedo esconder dentro de su capa gruesa de género. Sábado Oscuro es un dulce blando, un alfajor, donde todo está a ras con la piel.