No renuncies

No renuncies
Foto por Tonik / Unsplash

Hay innumerables razones por las que les cineastas renuncian a su sueño, a su carrera. Sin duda la razón más común es el rechazo que es inherente en nuestra profesión.

Les cineastas enfrentan muchos obstáculos cuando intentan construir sus carreras. Ya sea un padre bien intencionado que sugiere un trabajo más "estable" o alguna persona cercana envidiosa que desalienta su creatividad. Al principio, la mayoría de les cineastas son capaces de dejar de lado el ruido y seguir adelante, al menos durante un período de tiempo. Pero inevitablemente, en algún momento empiezan a enfrentarse a un rechazo real por parte de la industria. Y cuando eso sucede, regresan todos esos comentarios negativos que han recibido y el síndrome del impostor sale a flote.

Y es aquí donde te cuento que no dejes de hacer cine porque un festival rechazó tu película o porque algún fondo decidió no entregarte un estímulo. La mayoría de las veces los proyectos son rechazados por motivos que no tienen nada que ver con la calidad. Hay demasiadas películas del mismo género o que son parecidas en tono e historia. No hay suficiente "track record" del proyecto en otros eventos de desarrollo o no tiene ese sello del Fondo para el Desarrollo Cinematográfico entonces no llama la misma atención.

Siempre que escucho los actores y las actrices hablar sobre el proceso de casting, siempre hablan del rechazo que tienen que vivir. Y es algo muy cierto de nuestra industria. Pero no significa que solo sea exclusivo para ellos. Les cineastas también tienen muchos rechazos, en todas las etapas de la creación de ese proyecto. El no quedar seleccionados o recibir la aprobación de laboratorios de guion, encuentros de co-producción, laboratorios y clínicas de proyectos, convocatoria de estímulos, inversionistas, donantes, los festivales, agentes de ventas, distribuidores, salas de cine y hasta de la misma audiencia.

Estos escenarios hacen que les cineastas se sientan rechazadas y se sientan que sus carreras no van para ninguna parte o que sus esfuerzos para hacer dicho proyecto no dan ningún fruto. Para muchos, un rechazo significa que no tienen talento ni son dignos. Y es allí donde muchos / muchas abandonan sus sueños.

Esta sociedad en la que vivimos actualmente es una sociedad que nos juzga constantemente y nos hace estar corriendo por una definición de éxito que sentimos por parte de otras personas o instituciones o la industria. Pero en realidad, simplemente estamos mirando todo desde una perspectiva equivocada.

La mayoría de nosotros estamos programados para tomar el rechazo externo como una señal de que no somos lo suficientemente buenos, que no tenemos lo que se necesita para triunfar. Pero siento que esto está lejos de la realidad. El talento casi no tiene nada que ver con quién tiene realmente éxito y quién no. La perseverancia es un indicador mucho mejor de quién lo logra.

No renuncies porque alguien dijo que no tienes talento o porque rechazaron algún proyecto tuyo. Si pudieras ver cómo se programan los festivales, cómo los fondos eligen las películas para sus estímulos, no sentirías que el mundo se derrumba cuando tu película es rechazada.

Todas mis películas han tenido muchísimos rechazos en sus caminos a volverse una realidad. Haz tu trabajo de hacer tu película. Concéntrate en el proceso. Cuenta tu historia. Sigue adelante. No dejes que un rechazo haga estallar todo tu universo.

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