¿Por qué los guionistas siempre estamos re-empezando?
Probablemente has estado allí. Las cosas van bien. Tienes el 80% de un buen borrador. Entonces, de repente, aparece una sensación incómoda: “Esto no está funcionando”.
Empieza la espiral de pánico. Algo está mal, pero no sabes qué. Así que, en lugar de seguir adelante, comienzas desde cero. Luego esa nueva versión empieza a no gustarte. Así que reconstruyes otra vez. Y otra vez.
Cuando estás atascado en ese 80%, es tentador pensar que un nuevo comienzo resolverá el problema. Pero no sabes cuál es el problema. Lo que en realidad estás haciendo es derribar una casa en construcción que está perfectamente bien porque no has averiguado cómo hacer que la cocina sea lo suficientemente grande para meter una nevera. Por eso, aunque cada reconstrucción se sienta productiva, solo estás trazando el mismo círculo… alrededor del mismo desagüe.
Esto es lo que he aprendido: ese momento—esa sensación incómoda, insatisfactoria, de “falta algo”—es normal. Le pasa a todo el que se toma en serio la escritura.
La solución suele aparecer cuando menos te lo esperas: en la ducha, o mientras lavas los platos, o mientras paseas a tu perrito. Pero solo aparece si te mantienes en el borrador. El problema es que muchos escritores no lo saben. Así que abandonan. Creen que se toparon con un problema sin solución, y huyen de la mina cuando están a unos pocos metros de una veta de oro.
Entonces, ¿cómo salir de esta trampa mental? Confianza. Tenés que confiar en vos. Incluso si es la primera vez. Si has llegado al 80%, tenés lo necesario para terminar. No estás atascado. Hay una parte silenciosa de vos trabajando duro en resolver un problema que desconcierta a tu mente consciente. Sigue avanzando, y esa parte te dará justo lo que necesitas.