Un nuevo rumbo de LYNCH anima

En LYNCH anima hemos decidido tomar un nuevo rumbo para los próximos años y donde queremos poner nuestros esfuerzos. Tanto Lina como yo queremos seguir más de cerca nuestra pasión. Después de producir los aclamados thrillers Sicosexual y Ultraviolencia, queremos seguir explorando los géneros de terror, thriller, crimen, fantasía y ciencia ficción.

Nuestra nueva misión es desafiar la arquitectura convencional de la narrativa dentro del género, desde el terror hasta la ciencia ficción y la sátira social mientras que equilibramos un lenguaje visual de vanguardia con una películas innegablemente divertidas.

La idea detrás de esta nueva misión es crear todo tipo de películas y series de televisión como de ficción como de documental y true crime. Los proyectos se van a mover desde presupuestos independientes hasta proyectos dirigidos al theatrical, plataformas de streaming y canales de televisión con expansiones a los coleccionables y merch dependiendo de los diferentes proyectos. La idea no es solamente producir películas nacionales, sino también ser un aliado internacional muy importante para el género iberoamericano.

LYNCH anima va a continuar operando de igual manera, creando diferentes películas y series de televisión que están dentro de todos los géneros y tipos de proyectos como la próxima producción del drama romántico Noches de Cine, pero con esta nueva misión de elevar el género en las películas colombianas, el objetivo es comenzar a crear un label colombiano de cine de género fantástico que funcione tanto localmente como globalmente. La empresa se siente muy inspirada por los éxitos de La Llorona, Huesera y recientemente, Cuando Acecha la Maldad, y una de las películas que siempre ha inspirado a la empresa productora es la película colombiana dirigida por los hermanos Orozco, Al Final del Espectro.

Los primeros cuatro proyectos que se pueden revelar que hacen parte de esta nueva iniciativa son el thriller doméstico A Cuatro Pasos, dirigido por Marco Vélez Esquivia y el cual es una co-producción con 2/4 Producciones a partir de un guion de la guionista de Sábado Oscuro, Juliana Ospina Álvarez. El proyecto recibió la Beca de Escritura de Guion de Largometraje de la Secretaría de Cultura de Medellín y ha participado del Laboratorio Internacional de Guion LabGuion y BAM Stories del Bogotá Audiovisual Market.

El siguiente proyecto es el thriller con tintes de terror llamado CALI 1984. El proyecto es escrito y dirigido por Marco Vélez Esquivia, y es un proyecto que acaba de recibir una beca por parte del Programa Nacional de Estímulos del Ministerio de las Culturas, y fue ganador del Mejor Proyecto en Desarrollo del BAM Projects en el marco del Bogotá Audiovisual Market, y ha participado del Producers Network del Festival de Cannes, del Encuentro Internacional de Productores del Festival Internacional de Cine de Cartagena y Laboratorio Internacional de Guion LabGuion.

Otro de los proyectos que están bajo esta nueva iniciativa es el proyecto de serie de terror escrita por Marco Vélez Esquivia llamada Los Ellos. Este proyecto recientemente participó del BAM Stories del Bogotá Audiovisual Market, y ha participado anteriormente del Drama Series Lab del mercado italiano When East Meets West, del Series Lab de los Encuentros BioBioCine en Chile y fue catalogado como Mejor Serie en Desarrollo en los Mercados Audiovisuales Regionales.

El último proyecto en este slate de proyectos es una co-producción con 2/4 Producciones del largometraje de terror escrito nuevamente por Juliana Ospina Álvarez y dirigido por Marco Vélez Esquivia llamado La Roommate el cual recientemente participó del Taller Iberoamericano de Guiones de Cine Fantástico de Fantaso Lab.

Todo esto para decir que queremos más historias hitchcockianas, quiero más Brian De Palma, quiero más Kubrick, quiero más Spielberg que vengan de Colombia para el resto del mundo, y es por eso que estamos avanzando en esa dirección. Nos encanta las premisas de las películas de serie B que se ejecutan de la forma más elevada posible.

Eso es lo que sentimos que es Jaws y Alien. Son cosas que podríamos leer en una revista o libro pulp pero llevadas al siguiente nivel como lo hacía Hitchcock. Hacerlo con toda la delicadeza y todo el arte posible.

Recientemente leímos en una entrevista con una directora colombiana que tanto en Colombia como en varios países de Latinoamérica no hay una industria que apoye al cine independiente y que es por eso que deben ir a los fondos públicos para financiar su tipo de películas. Esa frase causó algo fuerte en nosotros porque lo que sentimos es que al cine de género colombiano ni siquiera los fondos públicos los mira. O al menos, no los mira de la misma manera.

Observamos la gran cantidad de los fondos nacionales son otorgados para el mismo tipo de películas pero el género de terror, de thriller y de ciencia ficción lo tienen totalmente olvidados. Si hiciéramos una encuesta a todas las personas que envían proyectos al Fondo para el Desarrollo Cinematográfico, todas contestarían que es casi imposible ser otorgado un estímulo si tu película es de terror o fantasía o hasta ciencia ficción. “Porque acá no es posible hacer ese tipo de cine”, es lo que se escucha. O como me dijeron alguna vez, “ese tipo de cine es del primer mundo.”

Pero a la vez observamos una doble moral. Todos hablan de la época de Andrés Caicedo, de Carlos Mayolo, de Luis Ospina, de la época de Caliwood, pero no hablan tanto de su fascinación por el Cine B y la literatura de terror. Gracias a los documentales Balada para Niños Muertos, y La Venganza de Jairo, sólo hasta recientemente estamos comenzando a apreciar este lado de nuestra cinematografía.

Estamos viendo que hay iniciativas que están luchando por la legitimación del género en Iberoamérica. Lo vemos en el Fantastic Pavilion durante el Marché du Film en Cannes, en las secciones de Blood Window durante Ventana Sur, en la alianza de Ibermedia con Blood Window para generar jurados especializados para películas iberoamericanas concentradas en el género, hasta en los diferentes talleres y laboratorios que ha creado Fantaso Lab aquí en Colombia.

En Colombia existe esta extraña dicotomía donde el terror es la categoría financieramente más estable y que se puede estrenar en cualquier momento del año y, sin embargo, rara vez recibe estímulos y premios. Los distribuidores y el público están pidiendo a gritos películas más comerciales mientras nos damos golpes de pecho y en la cabeza buscando respuestas para que la gente vaya más a ver el cine colombiano.

Nuestro objetivo final con esta nueva iniciativa es ser otra voz más que ayude a legitimizar el género en Colombia, pelear para que el cine de género fantástico gane estímulos, se vea en festivales nacionales e internacionales, y que se vea en nuestras salas de cine, en los televisores y en los celulares (mientras están en un avión). No es una tarea fácil. Pero ¿quién dijo que debería serlo?

Nosotros somos fans del terror, el thriller, la ciencia ficción porque fueron los géneros que más nos acercamos cuando estábamos creciendo. Ver The Thing, The Shining, The Exorcist, A Nightmare on Elm Street, The Fly, Alien / Aliens, Gremlins, Pura Sangre, Al Final del Espectro, La Cara Oculta y muchas más, nos hizo ver que el terror no carece de las limitaciones de una comedia o de un drama estándar. El género fantástico tiene la libertad de arriesgarse de manera visual y acústica, dentro del contexto de nuestras historias. Es una zona donde les cineastas pueden operar más allá de los límites de la realidad.

Adicionalmente, algo que hemos notado al participar en una serie de eventos muy enfocados al cine fantástico, es que cuando el rango de películas que se pueden hacer dentro de estos géneros es absurdamente vasto a menudo la gente que le gustan estas películas y la gente que hacen estas películas se mezclan, y las personas que son fans se convierten en directorxs, escritorxs, actores y actrices. Y siempre es un gran apoyo entre las películas, como que nos volvemos fans de las películas de las otras personas porque al final del día somos apasionados por este tipo de cine.

Y esto se debe porque el cine fantástico se presta para generar empatía de una manera que otros géneros no lo hacen y es por esto que la base de fanáticos del terror tiende a ser profundamente empática. Esperamos que nos puedan acompañar en este nuevo camino.

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