Una manera para incentivar la producción de cine colombiano
Todos desde hace unos meses estamos viendo los mismos mensajes de personas buscando empleo, abiertos a colaborar en nuevos proyectos, etc. Justo por estos días estuve escuchando el podcast de Gente Que Hace Cine y su entrevista con Claudia Triana y hablaron un poco sobre lo que deberíamos trabajar a futuro.
Y adicionalmente me encontré con este artículo del NY Times titulado “States have spent $25 billion to woo Hollywood. Is it worth it?” Me pareció fantástico y quería compartirlo con varios de mis pensamientos.
Siempre he estado un poco en conflicto con los tax credits que les otorgamos a las empresas extranjeras para incentivarlas a venir a Colombia a filmar sus producciones. Por un lado, es una gran oportunidad para crecer y generar empleo rápidamente. Pero así como se crean esos empleos, se van y no queda una real infraestructura detrás. Sí, tenemos una mano de obra tanto artística como técnica más calificada pero si no hay producciones nacionales para utilizarla, ¿de qué nos funciona tenerla?
Mi mayor preocupación de que la industria colombiana audiovisual dependa de estas producciones extranjeras es que le damos prioridad a esas producciones que a fortalecer nuestra propia industria audiovisual. Y esto se ve claramente en cómo funcionan los certificados de la ley de cine 814 (cine colombiano) y la ley de cine 1556 (producciones extranjeras).
La forma cómo funcionan los tax credits es que la empresa extranjera le dan un porcentaje (35%) de los gastos elegibles de su producción en Colombia. Pero quedan de manera de certificados los cuales toca ir a la bolsa y venderlos ya que la empresa extranjera no tributa en nuestro país. Entonces empresas colombianas de cualquier tipo compran esos certificados para generar beneficios tributarios y tributar menos.
Aquí es donde los certificados de la Ley 814 se quedan atrás con respecto a los de estos beneficios que otorgan para producciones extranjeras. La ley de cine 814 son solo para inversionistas y donantes de un proyecto cinematográfico colombiano los cuales son los beneficiarios finales de esos beneficios tributarios.
Si vemos que hay una demanda para los certificados que se producen para las producciones extranjeras, entonces de igual manera hay un mercado para los de las producciones nacionales. Pero los certificados no son los mismos y no tienen las mismas ventajas ya que los certificados de la Ley 814 no son negociables en bolsa a diferencia de los de la 1556. Y es aquí donde tenemos que comenzar a trabajar en cambiar esto. Es de vital importancia.
Si no hay producciones internacionales rodándose en el país, la tasa de desempleo del sector audiovisual sube considerablemente. Una de las maneras que se está combatiendo esto es intentando incentivar a las empresas de producción colombiana a aplicar a unas ayudas que ofrecen la Comisión Filmica de Colombiana a empresas colombianas para asistir a mercados cinematográficos para ofrecer sus servicios de producción para empresas extranjeras. Pero esto sólo busca traer producciones extranjeras a Colombia.
La otra manera de generar mayor empleo, y en mi forma de ver la más sostenible, es tener una mayor producción local. Y sí, está el Fondo para el Desarrollo Cinematográfico y los estímulos de Abre Cámara de MinTic y demás estímulos de comisiones fílmicas y programas locales, pero eso no es suficiente. Necesitamos más producciones independientes, y una manera para crear esto es actualizar los certificados tributarios que se pueden generar para producciones colombianas. Los certificados para las producciones colombianas deben tener las mismas ventajas que se generan para las producciones extranjeras o hasta mejores ventajas ya que deberíamos incentivar que las empresas colombianas compren estos certificados en la bolsa.
Esto tiene que venir acompañado de sesiones educativas. Así como hay eventos educativos para los certificados de la ley 1556, deben haber más encuentros con respecto para hacer cine nacional. El Fondo es un gran estimulante de producción nacional, pero no es y no debería ser suficiente, y es por esto que necesitamos utilizar todos los mecanismos posibles para que haya cada vez mayor producción nacional.
Estoy seguro que personas como yo y muchos otros productores que hemos utilizado la ley de cine 814 podemos enseñarla. Hasta una vez me entrevistaron para la Guía DACMI de resolución de proyecto nacional. Hace un par de semanas una amiga me pidió que le explicara a ella y su socio productor cómo funciona. La enseñanza de estos métodos es de suma importancia.
Adicionalmente creo que los productores colombianos, así como existen taller para otras áreas, deben haber más talleres sobre estructuración financiera de proyectos. Veo este como el mayor impedimento para los productores colombianos, sus conocimientos se limitan a todo lo creativo y logístico de un proyecto. Por eso se vuelven muy buenos en hacer carpetas de proyectos para convocatorias, pero no tienen los conocimientos financieros para poder hacer sus películas por fuera de estímulos y co-producciones internacionales (que se hacen con más estímulos).
Para poder sostener toda esta mano de obra artística y técnica que hemos venido creando desde hace ya varios años, tenemos que comenzar a incentivar un valor más elevado de producción independiente por fuera de lo que genera el FDC y de lo que genera la producción extranjera. Y no producciones independientes creadas con amor por el arte como producciones micro, sino producciones que puedan utilizar todos los beneficios que ofrece la ley de cine.